EL CINISMO SE VA DESVANECIENDO CON LA VEJEZ
Algunos dirigente relevantes del Frente Amplio, en el ocaso de su camino, han tenido algunos destellos de sinceridad, dejando de lado por momentos el cinismo que sostuvieron durante tantos años.
Tal es el caso del recientemente fallecido, ex Presidente Tabaré Vázquez. Con su desaparición física, el olvido de todo lo que pueda opacar la inminente santificación que sucede a la muerte fue inmediato. Se le instaló en un Santo Podio y rápidamente quedaron atrás sus ultimas palabras públicas en el programa "El Legado", donde había dejado en manifiesto su deseo de formar una nueva fuerza política de Centro en la que los radicales no tendrían cabida, también reconoció después de tantos años, su amistad con el ex Presidente, Dr Lacalle Herrera, con quien aseguró haber llevado adelante muchos proyectos, juntos. Su deceso hizo que cada uno se forme la imagen del líder que quiere o quiso, y se ignoren hechos relevantes como el veto al aborto, amputarle a gran parte de los uruguayos la posibilidad de un diagnóstico de cáncer con el PET (Tomógrafo de Emisión de Positrones), su turbia relación con Miguel Ángel Toma y con los militares, o su fortuna y la de sus hijos.
Otro caso es el Senador, Cr. Danilo Astori, quien hace pocos días concedió una extensa entrevista al Periodista Emiliano Cotelo en su programa "En Perspectiva". En la misma se escuchó a un Astori cansado, desgastado y molesto, diciendo entre otras:
«Tenemos que hacer el esfuerzo autocrítico que nos lleve a adoptar otra postura».
«La diferencia de opiniones no es necesariamente indisciplina. El FA va a tener que acostumbrarse a tener en cuenta las diferencias de opinión».
«Vamos a tener que acostumbrarnos a respetar opiniones distintas, a tenerlas en cuenta, a no cerrarles la puerta y a beneficiarnos de los aportes que pueden hacer».
«Tolerar una opinión distinta, en la acción política, trabaja mejor por la unidad, que la unanimidad forzada».
El líder de Asamblea Uruguay ha perdido mucho apoyo de las bases y de sus viejos seguidores. Últimamente le han desautorizado en varias de sus declaraciones. Paradójicamente, las afirmaciones del ex Ministro de Economía son compartidas por muchos dirigentes de destaque en la izquierda, pero no aceptadas públicamente para no contradecirse con el discurso. También pintan con claridad la razón del alejamiento de filas frentistas de muchos militantes nacidos de la misma iniciación de la coalición. Por nombrar algunos: Teresa Herrera (Montevideo) y José Legaspi (Trinidad), que han declarado públicamente haber sido acusados de traidores, indisciplinados y hasta enemigos, solo por plantear diferencias frente a algunos temas.
La disciplina partidaria, las decisiones del Congreso y el resto del mecanismo que lleva adelante el F.A. para su conducción, acorralan a sus dirigentes a que las medidas allí impartidas y la agenda programática sean respetadas a rajatabla, en silencio y con obediencia, tal cual los regímenes militaristas. Esto ha provocado que personajes históricos se hayan alejado del Partido, es el caso del ex Ministro de Industria, Ing. Robero Kreimerman, que emigró hacia Unidad Popular, o el Diputado Gonzalo Mujica, quien hoy forma parte del Partido Nacional. Esto no sucede por desgaste, sino por razones como las que marco el economista Astori, porque la estructura les ahoga y coarta su libertad como individuos políticos.
Durante los últimos quince años, con el patrocinio del Estado, el Frente Amplio financió su estructura partidaria y militante con descaro, esto ha provocado que la pérdida de poder les desestabilice. Adoptaron formas y costumbres puestas en marcha por los peores ejemplos de los gobiernos latinoamericanos, importando un discurso regionalista que poco defiende nuestra soberanía, olvidando que en nuestro país siempre, primo la libertad como eje central de convivencia.
Resolvieron de forma inconsulta salvatajes económicos desproporcionados a empresas públicas, propios del desprecio y descuido de los dineros públicos, Protegieron con impunidad a actores políticos corruptos como el ex Vice Presidente, Raúl Sendic o el ex Diputado Daniel Placeres quien fuera despedido con aplausos de sus compañeros del Parlamento.
Todo esto converge en un punto, la libertad, algo intrínseco en los seres humanos. Actuar con libertad siempre, en todos los aspectos de la vida, es fundamental, y cuando se trata de toma de decisiones que definen el futuro de la ciudadanía no es solo un derecho, sino una obligación, y en una estructura cerrada y rígida como la frenteamplista, esto no es posible.
Las limitaciones no son solo hacia adentro, tampoco se les permite ejercer libremente la militancia hacia afuera. Desde la arenga permanente, siempre dirigida a una masa integrada por colectivos, estudiantes y artistas, se les incita luchar, combatir y resistir, siempre, sea cual sea el momento, marcando postura opuesta a lo que sea sin siquiera escuchar, solo oponerse, sin dialogo. En muchos de los casos los discursos de barricada y las movilizaciones tienen un cause violento, acompañado del desconocimiento parcial y a veces total de las razones que los condujeron hasta dichas instancias. El razonamiento es elemental y básico: son fachos, burgueses, nos quieren sacar todo, no les importa el pueblo, solo les importa el poder. Mientras tanto, a esos mismos ciudadanos, se les quitan derechos, educación, seguridad y posibilidades, bajo un manto popular que señala al otro como su enemigo quien en todo caso, será el culpable de todos sus males.
Coexistir dentro de un colectivo que no se permite a si mismo plantear con libertad sus opiniones para contrastar con sus pares, y mucho menos discutir con sus oponentes e intentar consensos que conduzcan de forma positiva a todo un País, no debe ser fácil.
Lenin, al frente del sector bolchevique del Partido Obrero Socialdemócrata Ruso, sostenía que el Partido debía estar siempre, por delante de la Nación y que este nunca, debía salir dañado, aunque la Unión Soviética y su pueblo tuvieran que sufrir las consecuencias.
Esperemos que en nuestro País, el Frente Amplio algún día deje de lado el cinismo en sus discursos y sus acciones y empiecen a priorizar al País, antes que el Partido.
Luis Alberto Borsari
Comentarios
Publicar un comentario